Redirigir una URL a otra es adecuado en muchas situaciones. Sin embargo, si los redireccionamientos se realizan de manera incorrecta, pueden producir resultados desastrosos. Dos ejemplos comunes del uso indebido del redireccionamiento son las cadenas y bucles de redireccionamiento.

Las cadenas de redireccionamiento largas y los bucles infinitos producen una cantidad de problemas que pueden dañar tus esfuerzos de SEO. Dificultan el rastreo de tu sitio por parte de los motores de búsqueda; esto afecta el uso de tu presupuesto de rastreo y la eficacia de la indexación de tus páginas web, reduce la velocidad de carga de tu sitio y, como resultado, puede influir negativamente en tus rankings y la experiencia de los usuarios.

Ten en cuenta que si no puedes detectar una cadena de redireccionamiento en tu navegador, pero se incluye en tu informe de Auditoría del sitio, tu sitio responde a las solicitudes de los rastreadores y navegadores de manera diferente e igual deberás solucionar el problema.

La mejor manera de evitar cualquier problema es seguir una regla general: no utilices más de tres redireccionamientos en una cadena.

Si ya tienes problemas con cadenas de redireccionamiento largas o bucles, te recomendamos que redirijas cada URL de la cadena a la página final de destino.

No recomendamos que simplemente elimines los redireccionamientos de las páginas intermedias ya que pueden existir otros enlaces que te lleven a las URL eliminadas y, como resultado, podrías terminar con errores 404.